El 10 de abril de 2015 se estrenaba ‘Daredevil’, la primera serie fruto de la sorprendente alianza entre Marvel y Netflix y el paso inicial de cara a ‘The Defenders’, el crossover entre todos los superhéroes de ese universo que al fin hoy 18 de agosto está disponible para todo el mundo. Entre medias llegaron la excelente ‘Jessica Jones’, la notable ‘Luke Cage’ y la deficiente ‘Iron Fist’, por lo que tenía miedo que la línea descendente de interés se mantuviera.
Sin embargo, la contratación de Doug Petrie y Marco Ramirez, showrunners de la segunda temporada de ‘Daredevil’, me invitaba a ser optimista sobre el resultado, ya que yo quedé muy satisfecho con el trabajo que hicieron en la serie protagonizada por Charlie Cox. Una vez vistos cuatro episodios es cierto que no es esa maravilla que estaba deseando que fuera, pero sí que sabe tomarse su tiempo para que todo encaje y va yendo progresivamente a más, dejándote con ganas de ver el siguiente episodio ya mismo.
Se toma las cosas con calma
[[actualizacion: {"text":"A partir de aquí encontraréis varios spoilers de los cuatro primeros episodios"}]]
Uno de los principales retos al que se enfrentaban Petrie y Ramirez era la necesidad de que las peculiaridades de todos los personajes se mantuvieran sin que por ello la serie tuviera un tono difuso que la hubiese condenado. ¿Cuál su solución para abordar ese problema? Seguir la lógica y empezar con cada uno de ellos siguiendo su propio camino. Falta entrar más en el tema de la excarcelación de Cage, pero en general todo progresa con agilidad, saltando de un héroe a otro con soltura.
Soy consciente de que esto puede crear cierta insatisfacción, ya que el espectador va a estar deseando verles juntos y empezar a hacer frente a la amenaza liderada por la Alexandra interpretada de forma impecable por Sigourney Weaver. Es cierto que todo alcanza otro nivel cuando al fin les vemos actuar juntos, pero es que no se puede empezar a las bravas. Por un lado hay que resituar a todos ellos -ignorar lo pasado habría sido un gran error- y además hay que hacer que sus caminos se crucen. Eso requiere tiempo y paciencia.
Además, cada una de las series tenía unos rasgos diferenciadores que obligaban a encontrar un punto de encuentro. Al respecto funciona especialmente bien la primera charla entre Cage y Danny Rand -su pelea anterior no la cuento como tal-, en la cual se empieza por la desconfianza, se sigue por la incredulidad para luego llegar a un delicado punto de entendimiento basado en lo cómico que acaba desmoronándose. Con eso ya vemos qué puede unir y separar a ambos, cosa que luego irá a más cuando una amenaza común poco menos que fuerce su alianza.
Algo menos inspirada es la forma de unir a Jones con Matt Murdock -él es contratado como el abogado de ella sin que ésta así lo desee-, pero tiene sentido y es un paso necesario para lo inevitable. Entre medias, pequeños retales de cada universo individual y un curioso detalle: el único de todos ellos que realmente sigue queriendo ejercer como héroe es Danny Rand, el personaje menos interesante de todos, aunque buena culpa de tuya se debe al pobre trabajo de Scott Buck como showrunner de la primera temporada de ‘Iron Fist’.
Esto último no lo digo como una acusación gratuita, sino porque Petrie y Ramirez demuestran que Rand puede ser más entretenido. ¿Quizá sea porque funciona mejor dentro de un grupo que yendo en solitario? Podría ser, pero es que ‘Iron Fist’ era una continua sucesión de errores de la que poco claro se puede sacar. En ‘The Defenders’ mantiene su sentido del honor y su misión, pero se le da un enfoque más estimulante al tener elementos de contraste personificados principalmente en Cage.
De hecho, solo hacen falta un par de escenas para que quede claro que el personaje puede dar más de sí y que se puede sacar más de Finn Jones -tampoco esperéis algo milagroso, eso sí-. Y menos mal, porque es cierto que se tienen cosas de todos ellos por separado, pero el hilo conductor guarda una mayor relación con ‘Iron Fist’ que con el resto -'Daredevil' iría justo después en el escalafón de importancia-, hasta el punto de que lo que realmente desea la villana es hacerse con él y usar el enorme poder que tiene en su beneficio.
‘The Defenders’, un cóctel muy bien agitado que va de menos a más
La cuestión es que en realidad todos los prolegómenos son tanto para situarlos a ellos como para llegar a ese escenario. Por el camino se introducen varios elementos -el ataque que sufre Nueva York o la resurrección de Elektra- para allanar el camino y yo creo que funcionan. La cuestión es que la dinámica propia de las series de Netflix te guste o no, porque eso se mantiene aquí, lo único que suavizando los rasgos de cada una de ellas hasta encontrar la conexión entre ellas.
Eso no quiere decir que haya escenas -la batalla campal contra los aliados de Alexandra trae a la cabeza las magníficas peleas de ‘Daredevil’- o incluso ciertas soluciones formales -mi compañero Jorge ya destacó que la banda sonora nos retrotrae en varios momentos a ‘Luke Cage’- que hagan que uno piense más en cualquiera de las cuatro series. La clave estaba en encontrar el equilibrio para que ‘The Defenders’ funcione y no sea una especie de monstruo de Frankenstein y en eso han salido airosos.
Lo que sí que no hay es un gran paso adelante en términos formales que justifique la existencia de ‘The Defenders’ más allá de ver a todos ellos juntos, pero es que eso tampoco tiene nada de malo. La idea es esa, unirlos, que encaje y luego que demuestren que de esa alianza depende poder poner freno a una amenaza mucho mayor a la que se han enfrentado hasta ahora, y que además no tiene nada que perder dada la enfermedad que padece.
Es cierto que habría sido fabuloso contar con más acción durante estos cuatro primeros episodios, sobre todo teniendo en cuenta que ‘The Defenders’ apenas cuenta con ocho, pero lo verdaderamente importante es que absolutamente nada da la sensación de relleno o de estar estirando esta historia en concreto para llegar a la duración deseada. Y también una sensación de constante crecimiento, empezando con tranquilidad y dejando que todo crezca hasta el primer gran estallido con ellos cuatro juntos.
Hay detalles aquí y allá que chirrían un poco como que Jessica Jones logre deducir que Murdock es Daredevil pero no sabe nada de que trabajó antes con Elektra. Está claro que Petrie y Ramirez deben tener algo preparado para que les estalle en la cara a Murdock y Stick -menudo momentazo nos da cuando se corta la mano para escapar de Alexandra- cuando se descubra que han omitido esa información, pero los personajes que nos conquistaron previamente están ahí volviendo a hacer gala de sus características, y en algunos casos hay una mejora sustancial.
La gran pega era que quizá esperábamos algo como lo que supuso ‘Los Vengadores’ en su momento y no llega eso, al menos no en sus cuatro primeros episodios. Se opta por una razonable continuidad mientras se plantan las semillas y lo que realmente determine cuál es el techo de la serie está en los siguientes cuatro capítulos. Lo visto hasta ahora empieza bastante bien y acaba rozando el nivel de adictivo. Lo compro.
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La noticia 'The Defenders' no es 'Los Vengadores' pero sí un gran entretenimiento fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
Atribución de la publicación original:
De: Espinof
Publicación: https://www.espinof.com/series-de-ficcion/the-defenders-no-es-los-vengadores-pero-si-un-gran-entretenimiento
Autor/Editor: Mikel Zorrilla
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Fecha: August 18, 2017 at 04:45AM
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